El fantasma del "más allá"

 

Buenas tardes y Bienvenidos:

Estoy seguro que todos estamos al tanto de los "últimos éxitos" del terror "made in Spain". Está claro que el fenómeno de la famosa serie 30 monedas de Álex de la Iglesia, pone de manifiesto un género que despunta en el terror, que podríamos denominar "el terror hispano", en el que se mezcla lo costumbrista con la manera de contar las historias que tenemos en nuestro país.

No creo equivocarme si todos consideramos como el mayor exponente de este "terror hispano" al director Álex de la Iglesia, que desde su Día de la Bestia, ya pone de manifiesto que se puede hacer un cine muy personal y que da el sabor justo de lo typical spanish en las cintas de terror.

Pero si os fijáis bien, no he dicho iniciador, si no máximo exponente, y en eso tiene que ver el señor cuya caricatura está al inicio de esta entrada del Blog. Y este señor no es otro que D. Emilio Carrere.



Emilio Carrere:

D. Emilio Carrere podría ser definido como un ejemplar de bohemio con éxito. Tanto es así que se afirmaba que "las prostitutas de la calle San Bernardo conocían al dedillo sus creaciones poéticas y gustaban recitarlas cuando hacían la calle".

Pero hay más aspectos interesantes en la vida de nuestro hombre: a diferencia de muchos de sus compañeros, aunque era un asiduo de bares, cafés y tascas, no llegó a caer en el alcohol, aunque sí tenía rasgos ludópatas. Y lo que nos interesa, se acerca y coquetea con el ocultismo y los círculos del espiritismo, llegando a escribir en la revista La luz del porvenir, de Amalia Domingo Soler.

La torre de los siete jorobados:

Aunque tiene mucha bibliografía que os animo a revisar, porque además era conocido sobre todo por ser un poeta, en 1924 escribe un libro que especialmente para mí se ha convertido en un recuerdo imborrable, porque tiene que ver con mi familia. Me refiero a La Torre de los Siete Jorobados.

Esta novela fue adaptada en 1944 por el director de cine español Edgar Neville y es por eso que la conozco: de pequeño, mi tía me contaba el miedo que había pasado viendo esta película. Era de esas películas que se quedan en el subconsciente cuando eras pequeño y hasta que la ves no consigues exorcizar el miedo que te produce. Os comento brevemente su sinopsis: a finales del siglo XIX, Basilio Beltrán (interpretado por Antonio Casal) se pirra por el juego y por una cantante llamada "La Bella Medusa"(Manolita Morán). 

Ante el tapete de juego se le aparece el fantasma de D. Robinsón de Mantua (Félix de Pomés) que le indica los números ganadores y le pide, a cambio, que proteja a su sobrina Inés (Isabel de Pomés) de los graves peligros que la acechan.

En una de sus exploraciones arqueológicas D. Robinson había descubierto que en el subsuelo de Madrid había una ciudadela subterránea donde se escondieron los judíos que no quisieron abandonar España cuando se decretó su expulsión. Ahora, este refugio está habitado por una banda de jorobados que son capitaneados por el doctor Sabatino (Guillermo Marín).

Para poder sortear la censura de la época se hicieron cambios superficiales con respecto a la trama de la novela original, sin profundizar demasiado en el aspecto mágico y sobrenatural de la historia, pero aún así, no podemos negar que no le falta detalle: sociedades secretas, fantasma pidiendo justicia, un "sensitivo" y la típica historia de amor. 

Para mí es un antecedente de lo que he llamado "el terror hispano" y si no, os dejo esta secuencia; por favor, no os perdáis cuando aparece Napoleón porque es que  no tiene desperdicio lo que dice.


Recordad en la época que estamos y los efectos especiales se sorteaban con imaginación. Pero está claro que si hablamos de D. Emilio Carrere es por otro tema, y a eso vamos...

Noviembre de 1943:

Estamos en los primeros y más duros años de la dictadura de Franco, y en el mes de noviembre, tradicionalmente destinado a ser el "mes de los difuntos".

En una de las publicaciones de la época, llamada Revista para la mujer (sin comentarios, por favor), aparece un artículo de nuestro insigne dramaturgo, llamado El Misterio de Buenos Aires y otros fantasmas.

En el mismo, D. Emilio se hace eco de un asunto que desde hace un año (1942) estaba en boca de todo Buenos Aires: el caso de un joven que fue a un cabaret y conoció en él a una joven rubia, junto a la barra del bar. El joven invitó a la muchacha a bailar, aunque observó que la misma no respondía a sus preguntas, lo que achacó al ruido ambiental del lugar.

Salieron juntos del cabaret y al mostrar la joven frío, nuestro galán le dio su abrigo. Posteriormente, a pesar de que nuestro amigo le buscó un taxi, la joven rehusó el ofrecimiento, eso sí, le dio una tarjeta y le dijo que acudiera al día siguiente a recoger su abrigo.

Ese mismo día, al atardecer, nuestro galán fue a la casa indicada para recoger el abrigo, pero cuál sería su sorpresa al saber que la joven con la que había pasado la noche bailando había fallecido hacía dos años.

Aquí os dejo el enlace al artículo:


Conclusión:

Nuestro amigo Emilio Carrere aparece en otros muchos temas, y dad por seguro que volveremos a ver a tan curioso personaje, que llegó a ser cronista de los extraños fenómenos del Madrid bohemio. Mientras tanto, me trae una sonrisa recordar a mi tía diciéndome que tuviera cuidado de los siete jorobados.

Espero que os haya gustado, mañana habrá más y casi seguro mejor.





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