"La cura de todas las enfermedades"

 

Buenas tardes y Bienvenidos:

En esta época que estamos viviendo de una crisis sanitaria debida a la famosa pandemia, quizás deberíamos todos poner nuestro esfuerzo en buscar la cura mediante la "panacea", que literalmente significa un medicamento que cura cualquier enfermedad.

Pero uno de los aspectos que más me llaman la atención es que de manera casi inmediata, en casi todos los grupos de opinión, salieran voces discordantes y se hablara una y otra vez de "un plan oculto" con a saber qué ideas sobre dominación del mundo.

Para más inri, estamos asistiendo al espectáculo de las famosas "guerras vacunales" que si bien no están directamente patrocinadas por las entidades que fabrican las vacunas, es cierto que los gobiernos asesorados quizás no de la mejor manera, caen de cabeza en una histeria de prevención que no hace otra cosa que generar caos y desconcierto ya no sólo en la población general, si no también en los científicos.

Pero es curioso notar cómo en estos tiempos de zozobra, de inseguridad, siempre nacen profetas y apóstoles de la "verdad real de las cosas", que sin ninguna prueba a favor de sus conclusiones, siempre hacen el mismo ejercicio de prestidigitación, el dejar en la demostración de la falsedad de sus aseveraciones en el otro, y no en demostrarlas ellos mismos. Es un caso especialmente doloroso de lo que se llama "inversión de la carga de la prueba".

Pero no, no voy a hablar de la pandemia famosa, porque creo que ya a estas alturas estamos todos saturados de información (curiosamente quizás ése haya sido el error, como si la sociedad fuera un enfermo epiléptico al que un parque de atracciones nocturnos le hubiera provocado una crisis). No, hoy vamos a hablar de profetas, sectas y lo que queda.

Joanna Southcott:

Así se llamaba la gentil señora de la imagen de la izquierda. Nacida en 1750, y fallecida en 1814, entra en el grupo de las "iluminadas", ya que decía que ella era la conocida como Mujer del Apocalipsis que aparece en el pasaje profético del libro de las revelaciones de la Bibilia (12:1-6).

Entre otras cosas, con 64 años afirmó estar embarazada del nuevo mesías, el Shiloh. Para colmo de la situación, estaba enferma y su enfermedad le daba la apariencia de estar embarazada. Pero murió ese mismo año, aunque sus acólitos esperaron que resucitara durante un día entero, sin tener éxito en su espera.

Pero por lo que era y es conocida esta señora es por haber dejado una caja de madera con profecías, conocida como la Caja de Joanna Southcott, con la instrucción de que sólo se abriera en un momento de crisis para el Reino Unido, y sólo en presencia de los 24 obispos de la iglesia de Inglaterra en ese momento, que deberían pasar un tiempo determinado con anterioridad, estudiando las profecías de la señora Southcott. Y aquí viene lo curioso. Durante la Gran Guerra, se intentó que se abriera la caja, recogiéndose hasta 100.000 firmas (y eso sin Change.org) pero no se hizo.

Nuestra gran profetisa también anunció el fin del mundo, exactamente en 2004, y era para prepararnos para ese fin, para lo que escribió sus profecías. Pero, como siempre decimos, ¿por qué aparece en esta entrada?, pues vamos a ello.

Madrid, 28 de octubre de 1931:

En el semanario "anticlerical" Fray Lazo, aparece un curioso artículo  en sus páginas 3 y 4 que habla sobre una nueva secta descubierta en Finlandia y Reino Unido.

Nos habla el artículo de una nueva secta denominada Panacea, y nos adelanta que sus adeptos no hacen otra cosa que beber un agua bendecida por un gran sacerdote y puesta cuidadosamente en pequeños frascos, donde se lee "agua divina". Al ser una auténtica panacea, este agua cura todos los males físicos y psíquicos del hombre.

Refiere que el proceso mediante se fabrica este agua consiste en meter en un pozo de agua el cadáver despedazado de un creyente (!), muerto en olor de santidad. Pasado un mes se extrae cada día una garrafa de agua del pozo, y se la purifica en un caldero, y a través de un rito se santifica y se transforma en la medicina que todo lo cura.

Sin embargo, lo que consiguieron con este asunto es poner en jaque a la policía de los dos países, y terminó al apresar a un sepulturero finlandés, llamado Searenheimo, que confesó que de cadáveres nada, que lo que hacía era llenar las botellas con agua que tenía a mano y punto.

Para los que queráis leer la historia completa, aquí os dejo el enlace:


The Panacea Charitable Trust:

Pero nunca para de sorprenderme este mundo, y me encuentro con que nuestra "sociedad secreta" aún existe, tiene su propia página web y consta con un museo, en la ciudad de Bedford, en Reino Unido.

Actualmente se dedica a la caridad, y ya ha abandonado su método de curación "por el agua", si bien siguen custodiando el famoso arcón con las profecías de la Sra. Southcott.

Por si queréis echar un vistazo, os dejo su enlace:


Quizás nuestros amigos de Panacea, viendo estos tiempos tan atribulados, pidan de nuevo como hicieron en su momento, que los 24 obispos de la iglesia anglicana abran la caja con las profecías de su líder espiritual. Lo único que me da miedo a mí es que aparezcan más Sras. Southcott que amparándose en una iluminación divina, y en el por que sí, terminen por acabar con la poca salud mental que nos queda.

Gracias por vuestra atención, y mañana más y espero que mejor




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