Pensando que es gerundio (I)
Buenas tardes:
He empezado a leer este libro que acabo de descubrir. Estoy seguro que muchos de vosotros lo conoceréis, pero yo no. Es por eso que hoy me atrevo a hacer una entrada sobre un tema que me apasiona y que veo relacionado con el tema OVNI, y sobre todo, con nuestra percepción del fenómeno.
Henry Durrant:
Este ufólogo francés es el autor del libro que veis arriba, aunque este nombre es un pseudónimo y su nombre real es Didier Serres. En este libro tiene un apartado especialmente dedicado a contactos cercanos con tripulantes de naves "extraterrestres", que me voy a permitir trasladaros. Espero que no se me haya oxidado demasiado el francés, así que allá voy; el autor los denomina "Tres clásicos Franceses". Vamos allá:
Quarouble:
Nos trasladamos al 10 de septiembre de 1954, sobre las 22:30. Voy a trasladar directamente lo que dice el testigo:
a) "Mi mujer y mi hijos acababan de acostarse, y yo estaba leyendo al abrigo del fuego la novela de ´L`Abeille´. El reloj que estaba colgado encima de la estufa marcaba las 10 y media de la noche, y me llamó la atención los ladridos de mi perro Kiki. Aullaba de manera desesperada y pensando que se trataba de algún roedor en el corral, cogí una linterna y salí.
Al llegar al jardín, vi sobre las vías del tren, a menos de seis metros de mi puerta, a la izquierda, una especie de masa oscura. Pensé que quizás fuera la carreta abandonada por algún campesino, por lo que tendría que advertir a los empleados de la estación a primera hora para que la quitaran y evitar así algún accidente.
En ese momento, mi perro llegó arrastrándose, y de improviso, a mi derecha, oí un ruido de pasos precipitados. Había un sendero por la zona que se llama "el sendero de los contrabandistas", porque era usado por éstos a menudo. Mi perro se giró hacia esa dirección ladrando, y apunté con mi linterna a la zona.Lo que vi no tenía nada en común con contrabandistas: vi a dos seres como nunca había visto, a tres o cuatro metros de mí, al lado de la empalizada, que era lo único que me separaba de ellos. Iban uno detrás del otro en dirección a la masa oscura que había visto sobre la vía del tren. De repente, el ser que iba en cabeza se giró hacia mí. El haz de mi linterna iluminó parte de su rostro, con un reflejo de cristal o metal. Tuve la impresión que su cabeza estaba dentro de una escafandra. Los dos seres estaban vestidos con ropa que tenían las mismas características que sus escafandras: eran de pequeña estatura, quizás menos de un metro, pero con hombros anchos; el casco que les cubría la cabeza me parecía enorme. Vi sus piernas, pequeñas y proporcionales a su talla, pero sin embargo no recuerdo que tuvieran brazos, no sé si los tenían. Una vez pasada la primera impresión, me apresuré a la puerta del jardín con la intención de rodear la empalizada para cortarles el paso e intentar capturara a uno de ellos.
Cuando estaba a menos de dos metros de los seres, de repente a través de una especie de cuadrado de la masa oscura que había visto en la vía del tren, una luz intensa como la luz de magnesio, me ciega. Cerré los ojos y quería gritar, pero no podía, estaba como paralizado. Me intentaba mover, pero mis piernas no me obedecían. Aterrorizado, escuché como en un sueño, a un metro de mí, un ruido de pasos sobre las losas de cemento que está delante de la puerta de mi jardín: eran los dos seres que se dirigían hacia la vía del tren.
La luz intensa del proyector se apagó. Recuperé en control de mi cuerpo y corrí hacia la vía del tren. Pero la masa oscura que estaba posada en la vía del tren se elevaba sobre el terreno balanceándose ligeramente como lo hace un helicóptero. De todas maneras pude ver una especie de puerta que se cerraba. Un chorro de vapor oscuro salía por debajo con un ruido siseante. La máquina se elevó una treintena de metros, y luego, sin dejar de subir, se fue hacia el oeste en dirección a Anzin. Su luz viró al rojo y en menos de un minuto desapareció."
Primera parte de la teoría:
Una de las cosas que debe cumplir cualquier teoría es que tenga cierta "plausibilidad". Así que vamos a plantear ahora un poco de "fisiología humana", que recuerdo que fue una pesadilla en mi carrera (por cierto, soy médico) y que se basa en el proceso del proceso visual de percepción. Como os he avanzado es algo complicado, y lo voy a dividir en varias partes, coincidiendo con los casos que iré avanzando cada día. Hoy toca hablar de los mecanismos básicos de la visión.
Hay 3 mecanismos básicos en la visión: los campos receptivos, la inhibición lateral y la magnificación cortical. El campo receptivo no es más que los conos y bastones (nombres de las células de la retina); éstos dan dos señales: apagado y encendido.
La estimulación de conos y bastones se transmite a otras células de la retina, las llamadas células ganglionares, que integran estos impulsos: recordad que conos funcionan con condiciones de mucha luz, y bastones con condiciones de poca luz.
Por otra parte tenemos la inhibición lateral: esto ocurre cuando un estímulo induce efectos opuestos entre el centro y periferia del campo receptivo, por lo que este "antagonismo" deja inactiva la célula ganglionar que integra los impulsos de conos y bastones: de esa manera tenemos el contraste, es decir, la capacidad de detectar bordes.
El tercer proceso es la Magnificación Cortical: esto significa que la imagen central de nuestro campo visual "ocupará" una mayor actividad en la corteza cerebral que la periférica: es una manera de "magnificar" lo que nos llama la atención, llegando incluso a "no ver" lo que sucede en nuestra periferia, como si fuera un truco de magia y una manera de "ocultar la realidad lateral".
Bueno, por ahora paramos, pero mañana pondremos otro caso y un poco más de fisiología. Tened paciencia que todo nos llevará a una hipótesis que espero que os sorprenda.
Como siempre, mañana más y mejor.
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