Pensando que es gerundio (II)
Seguimos con nuestra descripción de los tres casos "clásicos" franceses, y vamos a por el segundo. Posteriormente comentaremos brevemente cómo vemos la realidad y la interpretamos. Vamos allá:
Valensole:
Nos desplazamos ahora a Valensole, localidad de los Alpes Bajos, el primero de Julio de 1965, sobre las seis y media de la mañana.
Mauricio Masse de 41 años en aquel tiempo, agricultor, había notado daños y robos en su campo de lavandas, situado en L´Olivol los días anteriores al suceso. Intentaba sorprender "in fraganti" a los ladrones, por lo que llegó temprano a sus tierras, pero no encontró a nadie. Hizo una pausa para fumarse un cigarrilo. Escondido detrás de un pequeño montículo le pareció oír como un silbido. Vio como un aparato se posaba sobre su campo de lavandas y pensó que se trataba de un prototipo de helicóptero o un avión. Cortando camino por una viña cercana, iba a llamar la atención del piloto y pedirle que aterrizara en otro lugar. Pero cuando llegó al borde de la viña. a unos 6 metros alrededor del aparato, comprendió que estaba equivocado.
El aparato tenía forma de huevo, con una cúpula superior transparente, además de una puerta corrediza lateral. Se apoyaba en el terreno sobre seis pies estrechos y un gran pivote central: tenía un tamaño parecido a un Renault 4CV. Delante del artefacto, dos seres parecían estar examinando una planta de lavanda. Estaban vestidos con un traje de una sola pieza de colores gris y verde: tenían en su cintura un pequeño recipiente, apoyado a la izquierda, mientras que otro un poco más grande colgaba a su derecha. Eran de estatura baja, sobre 1,20 metros. Su cabeza era tres veces más grande que una cabeza humana, con unos ojos que parecía normales, pero con una pequeña abertura en lugar de la boca. No llevaban casco ni guantes, sus manos eran pequeñas pero bien propocionadas y normales.
M. Masse avanzó hacia ellos saliendo de la viña donde se encontraba, y los seres, lejos de parecer sorprendidos o atemorizados, se volvieron hacia él. Uno de ellos sacó un tubito de uno de los recipientes que llevaban colgados de la cintura y apuntó en dirección del testigo, que se sintió paralizado. Durante al menos 60 segundos, los dos seres examinaron a M. Masse y parecía que intercambiaban opiniones entre ellos, porque un extraño murmullo parecía salir de sus gargantas sin que sin embargo movieran sus bocas. En sus ojos tenían una expresión curiosa y amigable. Al cabo de un minuto, los dos seres volvieron a su aparato, la puerta corrediza se cerró y M. Masse los llegó a ver en la cúpula transparente.
Finalmente, el aparato retrajo el pivote central, elevándose algunos centímetros, mientras que los seis pivotes más delgados comenzaron a girar cada vez más deprisa. En ese momento, se puso en oblicuo (los dos seres que miraban al testigo se giraron en el sentido del despegue), y tras subir unos 50 metros, despareció bruscamente. El señor M. Masse seguía paralizado, pero consciente de todo. Sufrió un ataque de pánico porque pensó que iba a morir solo, en su campo. Pero al cabo de veinte minutos, comenzó a recuperar gradualmente la movilidad y pudo regresar a su casa.
Segunda parte de la teoría: cómo vemos el mundo
Segunda parte de la teoría: cómo vemos el mundo
El ojo humano realiza rápidos movimientos oculares (denominados movimientos sacádicos) debido a que sólo la parte central de la retina tiene una alta concentración de conos (esa zona se denomina fovea). Es decir, el ojo descompone en pequeñas partes una misma escena para optimizar los recursos, ya que si no fuera así, el tamaño del "cable" que lleva la información al cerebro, que se llama nervio óptico, tendría un tamaño mayor que el propio ojo.
Es por eso por lo que el proceso de "ver" a nivel del cerebro tiene varias fases: lo primero que ocurre es la detección de los bordes del objeto que miramos, luego se inicia la fusión estereoscópica de las imágenes de lo dos ojos, dándole a la imagen las características de superficie, textura, profundidad y orientación, captando el movimiento y el color de la misma. Por último se produce el relleno cognitivo del fondo de la imagen, es decir, el cerebro construye toda la escena a partir de pequeños "trozos" de la misma.
Bueno, vamos a dejar ya el tema aquí, aunque tenemos ya las bases para construir nuestra idea sobre qué ocurre con el fenómeno de los "contactos cercanos" con los OVNIs. Para mañana, nuestra conclusión.
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