Tú sigue siendo Forteano, que yo me siento Rosoluniano.

 

Buenos días:

Es curioso como este país (o estado, todo a gusto del consumidor) tiene esa extraña manía por denostar lo propio y ensalzar lo ajeno. Una vez leí, no recuerdo dónde, que eso se debe a que con la llegada de los afrancesados, lo tradicional estaba "mal visto" y que se impuso una especie de "leyenda negra propia" sobre los usos y costumbres tradicionales, aceptando como más "modernas y apropiadas" costumbres de fuera.

Estos días estamos asistiendo a un debate apasionante sobre teorías OVNI donde se habla de los pioneros de las mismas: e incluso todos los que en cierta manera nos interesamos por temas fuera de lo "clásico" nos calificamos de "forteanos". Pero es que como siempre, tuvimos nuestro propio "Charles Fort", e incluso puedo decir que los superó. Me refiero a Mario Roso de Luna, el denominado Mago Rojo de Logrosán.

¿Quién es D. Mario?
Podríamos decir muchas cosas de D. Mario, de hecho intentaré hacer un resumen de su vida y obra que es la verdad inconmensurable. Podríamos decir que era un "Hombre del Renacimiento" del misterio, porque no dejó palo sin tocar, y además injustamente olvidado por muchos que hablan de otros pensadores de fuera, los cuales se vieron influidos por este señor. Estamos ante una figura de talla mundial del esoterismo y la teosofía a la altura de Mdme. Blavatsky y además intenta hacer algo con lo que me identifico: intenta unir materia y espíritu, razón y corazón.

Mario Roso de Luna nació un 15 de Marzo de 1872, Viernes Santo a las 09:30 en Logrosán (Cáceres). Hay muchos aspectos curiosos de su vida y vamos a ir desgranándolos poco a poco.

D. Mario tenía una visión cíclica de la vida, ordenada y regida por las matemáticas y los astros: lo que para otros es la Astrología, él lo denominaba Astronomía Psíquica, en contraposición con la Astronomía Clásica que llamaba Astronomía Trascendental.

Fue un niño prodigio, a la edad de 6 años era un perfecto conocedor de constelaciones y estrellas del cielo. Sus intereses iban desde las ciencias, las matemáticas y la astronomía, a la literatura.

Ya desde muy joven se sintió atraído por los "conocimientos herméticos), tanto es así que formó parte antes de cumplir los 18 años de una fraternidad pitagórica.

Fue un autodidacta, estudió en la Universidad mediante lo que se denomina matrícula libre, que en aquél tiempo se llamaba "Estudios Privados". Terminó dos carreras, abogado e ingeniería de caminos, aunque fue un autodidacta en otros campos, como la arquelogía o la astronomía.

El encuentro Incomparable:


Como todos los que están interesados en los temas misteriosos, o como me gusta definirlo a mí, el lado salvaje de la realidad, nuestro protagonista tuvo su propia epifanía de lo extraño, o dicho en cristiano, un suceso que le hizo plantearse la realidad desde otro punto de vista. Este suceso le ocurrió en 1889, mientras estaba enfermo de una meningitis.

Durante uno de los paseos que daba con su padre para intentar reponerse de la enfermedad, en los que además reconoce que suele tener "alucinaciones", parece distinguir a un "mendigo sin cabeza" en la cuneta de la carretera por donde caminaba. Pero el suceso inquietante ocurre unos días más tarde, cuando en compañía de su padre, ambos ven a un joven de unos 17 años vestido como el "mendigo sin cabeza" que parecía deslizarse sobre la carretera. Mario Roso le pidió a su padre algo de dinero para darle a este joven "mendigo", pero éste los ignoró. Eso sí, les dejó una extraña desazón a ambos que incluso llegaron a calificar como "encuentro angélico".

Tras este encuentro, Mario Roso de Luna empezó a mejorar y en menos de 7 días estaba completamente restablecido, lo que podríamos llamar una "curación milagrosa".

Un hombre curioso por naturaleza:

Pero Mario Roso de Luna tiene en su haber muchas cosas más: descubridor de un cometa con su nombre (de hecho, intentó formar parte del Real Observatorio de la Armada de San Fernando, en Cádiz), inventor de lo que se denominó Kinethorizon, que permitía saber la salida, puesta y paso por el meridiano de las estrellas.

Descubrió además en su faceta de arqueólogo la tumba de uno de los lugartenientes de Viriato en 1877, lo que le dio renombre internacional, además de múltiples estelas romanas. 

Fundó una revista teosófica llamada Hesperia. En 1897 en un viaje a Paris entra en contacto con los seguidores de Kardec, y llega a conocer personalmente a Flammarion (de este personaje, si no tenéis noticia, en breve haré otro post sobre él).

Pero además, también formó parte de la masonería a partir de 1917, llegando a ser una figura importante dentro del Gran Oriente español.

En 1931, el 8 de noviembre de 1931, fallecía D. Mario tras una enfermedad fulminante en menos de 7 días. Como podemos ver, es un hombre de película.

Conclusiones:

A modo de conclusiones vamos a destacar algunos puntos que como he dicho anteriormente, me llaman la atención.

  • Fue un autodidacta en muchos campos, a pesar de haber terminado dos carreras universitarias y doctorados.
  • Era muy celoso de su independencia, lo que le atrajo ataques desde "ambos lados de la barrera" y quizás justifique el olvido de su nombre.
  • Aunque masón, veía la masonería desde su vertiente espiritual más que política o social.
  • Como hemos dicho, era muy independiente, y eso le trajo una marginación a nivel profesional y cierta "persecución" de las autoridades de la época.
  • Era un gnóstico y reivindicaba formas de conocimiento más allá de la lógica aristotélica, donde la imaginación y la fantasía sirvieran de potenciadores de la razón.
  • Usa el argumento "analógico" como método complementario de aprendizaje.
  • Apoya la creación de un "gobierno mundial" basado en el desarrollo del Derecho Internacional.
  • Propugna la existencia de ciclos históricos, cada uno protagonizado por una raza o cultura.
  • Apoya la igualdad entre hombres y mujeres, así como un sistema educativo no basado en métodos coercitivos.
A modo de resumen, lo que realmente busca Roso de Luna es que en un mundo habituado al enfrentamiento y a las "verdades privadas", encontremos aquello que es común y une a los humanos frente a lo que los dispersa y enfrenta. No quiero acabar este "largo" post sin una frase de sus escritos:

El que busca sin preparación poderes ocultos, que sepa que son como las armas de fuego: aptas por igual para le defensa como para el crimen.

Espero no haberos aburrido, pero creo que es una figura de lo que como dije, denomino lado salvaje de la realidad que ha sido injustamente olvidado y que es muy necesario rescatar del olvido.

Ahora como siempre, un poco de bibliografía:








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