Una brigada de 21 o la Brigada anti-diablo

 

Buenos días:

En el mundo del misterio hay ciertos temas que son eternos, nunca mejor dicho. Ante el aluvión de "UAPología", y otros tipos de misterios más o menos contemporáneos, existen algunos clásicos que nunca dejan de estar en nuestro radar, y uno de ellos el el Diablo (con mayúsculas).

Siempre se ha dicho que España era la Tierra de María, y de eso creo que tendríamos una larga discusión sobre a qué "María" se refiere. Es curioso que se haya elevado al rango de divinidad a la parte femenina, lo que es sorprendente en una sociedad tan marcadamente masculina desde hace mucho tiempo como la nuestra. Pero no es el objeto de este post el hablar de este tema, por otra parte apasionante, sino hablar un poco de las tradiciones que se daban para conseguir protegernos frente a (como decían Les Luthiers), las "acechanzas del Demonio".

Villamayor de los Montes:

Nos vamos a trasladar a la provincia de Burgos, a un pequeño pueblecito de esa provincia española llamado Villamayor de Los Montes, con apenas 227 habitantes.

Dentro de este pueblo destaca un monasterio. Se trata del Monasterio de Santamaría la Real. Este monasterio tiene su origen en el siglo XI, pero no es hasta el siglo XIII cuando adquiere una mayor importancia cuando la familia Fernández-Arias, que lo llevan bajo la regla cisterciense. Está atendido por hermanas de la orden cisterciense, pertenecientes por tanto a la Congregación Cisterciense de San Bernardo.

Como buen convento Cisterciense, y siguiendo la regla de San Benito, Ora et Labora, es famoso entre otras cosas por sus dulces y su artesanía, que puede incluso comprarse on line, y aquí os dejo la dirección para que lo podáis al menos visitar de manera "virtual":


Pero como creo que os estaréis preguntando qué tienen que ver los dulces con el demonio, y con este convento, vamos a explicarlo haciendo un pequeño viaje en el tiempo:

22 de agosto de 1931:

Texto

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Era agosto de 1931, con la Segunda República recién estrenada, se publicaba desde 1929 una revista gráfica que ya he traído en otras ocasiones, pero que en este caso en su número del 22 de Agosto, en sus páginas interiores aparecía un curioso titular que ahora os enseño:

El caso es que se hablaba de un monasterio cisterciense que se encontraba en un pueblecito de Burgos llamado, cómo no, Villamayor de los Montes. Dentro del reportaje nos contaba el periodista (se trataba de Eduardo de Ontañón) la curiosa labor de esta congregación, formada por apenas 21 personas y "una camarera de piso".

Nos informa el artículo que este monasterio se caracteriza por vender (a parte de dulces, que ya desde entonces eran famosos), una "cartilla" junto a la bendición de la abadesa. Esta "cartilla" era una hoja "contra los maleficios", que estaba metida en un estuche de raso y que costaba la friolera de 35 céntimos de peseta. Estaba escrita en latín, y traducida resulta:
 "Sal fuera Satanás, no me seducen tus mentiras. Son veneno tu comida y tu bebida. La cruz santa sea mi luz. Y que el dragón no me guíe".
 
Existen además otras salmodias para evitar las lombrices y la solitaria, rogando a vírgenes y santos. La misma abadesa que recibió al periodista le indica que se trata de algo muy antiguo, desde San Benito, padre de la Regla: y tiene razón, se trata de la conocida como "Estampa de San Benito", y en España no sólo ellas la "venden", sino también existe en el monasterio de Santa María del Valle de Aranda de Duero y en Casas Ibáñez (Albacete).

Estas estampas se colocaban debajo de los colchones, en las puertas o en los establos, e incluso cosidas a la ropa de pastores y labradores para que les sirvieran de defensa.

Libro de Conjuros contra la Tempestad de Truenos:

También comentaba la abadesa que a veces se reunían en el pueblo ganados enfermos, y desde una de las celosías del convento les daban la bendición para que sanaran. Esta ceremonia siempre se daba en domingo, y también servía para otros animales, como los perros, para que "no rabiaran". La base de esta ceremonia de bendición y "curación espiritual" ya se describía en el "Libro de Conjuros" (a la izquierda), donde se daban las reglas para exorcizar "contra la tempestad de truenos, granizo, rayos y contra las Langostas". En su tercera parte dicho libro se podía hallar la "Letanía Infernal", que repetía "Confunde eos", acabando con "Confunde illos".




Conclusión:

Según se dice y rumorea, estamos ante un invierno que puede ser duro con tanta crisis. Por mi parte, aquí os dejo la estampa para que al menos estéis protegidos del demonio, y ¡quién sabe!, si al final no nos va a hacer más falta de la que imaginamos. Estamos en manos de una brigada santa, de 21 monjas para protegernos del mal absoluto.

Gracias por leer y os dejo las fuentes de esta curiosa historia:


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