The very big pretender...

 


Buenos días:

No he querido resistirme a empezar esta entrada con el vídeo del gran artista desgraciadamente desaparecido Freddy Mercury, con una canción llamada "The Big Pretender", versionando un tema anterior de The Platters. Podríamos traducir la canción por "El gran farsante", y de eso vamos a hablar hoy, de grandes farsantes.

Farsantes:

Los farsantes, en el mundo del misterio, son una constante, quizás podríamos decir que son una característica de este mundo. Engloban todos los puntos de vista y todas las ramas de lo paranormal, y quizás no sean más que una parte necesaria para poder apreciar más claramente lo que es real de lo que no lo es.

Hace algún tiempo que leí el libro de Manuel Carballal sobre Carlos Castaneda y me impresionó en todos los aspectos: desde la profundidad de su estudio hasta lo que desvelaba de la personalidad de Carlos Castaneda. Es un libro que os recomiendo encarecidamente:

Pero el mundo de los farsantes como hemos dicho alcanza a todos los niveles de lo paranormal. Está claro que a veces este tipo de personajes se vuelven trágicos cuando las consecuencias de su engaño terminan por afectar a muchas personas a todos los niveles, tanto personal, como social y económico.

Creo que de todos es conocido el caso de la famosa "medium" británica Anne Germain, que fue desenmascarada en un maravilloso trabajo de otro coloso de lo paranormal, David Cuevas, junto con Juan José Sánchez Oro, que pudieron desmontar "desde dentro" la manera de trabajar de esta señora. Si no lo conocéis, os recomiendo el episodio del podcast de Dimensión Límite donde se habla de este proceso:

https://go.ivoox.com/rf/493886

Y dentro de las polémicas relacionadas con el mundo ufológico, qué podemos decir sino Ummo, con y sin h, con D. José Luis Jordán Peña y su "experimento sociológico", que consiguió engañar a lo más granado de la ufología no sólo hispana, si no mundial: todavía envuelto en polémica, el caso Ummo representa el epítome de lo que es un engaño, permitidme el juego de palabras: perfecto.

Pero estoy seguro que os estaréis preguntando por qué estoy tocando este tema: pues porque nosotros, en este país, estado, o como queráis denominar el lugar donde nos ha tocado vivir, tenemos una larga experiencia en ser habilidosos "pícaros", la famosa picaresca española. y como siempre, buceando en los antiguos registros de las noticias, me he encontrado con una verdadera maravilla. Señores y señoras, con ustedes...

10 de febrero de 1931:

El caso es que en el periódico El día de Palencia, del día 10 de febrero de 1931, en su página 3 aparece la noticia que veis a la derecha: en ella se nos informa de la detención de un falso capitán de la Guardia Civil, D. Luis Marín Rodríguez, que ya tenía antecedentes por haberse fingido médico de pueblo en 1928, pero que pudo salir de la cárcel por buena conducta. 

De esta manera me causó curiosidad este hecho, así que investigué un poco sobre la figura de nuestro gran farsante, y así encontré otro artículo donde se desgranaba la figura del curioso caballero.

D. Luis pertenecía supuestamente a una distinguida familia madrileña, y parece ser que incluso empezó la carrera de Derecho, pero la abandonó por otra carrera, la delictiva. Empezó su carrera delictiva como "rata de hotel", es decir, como lo que normalmente se conoce como "descuideros".

Pero nuestro "héroe" aspiraba a más, y pasados algunos años, se establece en San Sebastián, donde conoce a una dama de posibles, como se decía en aquel tiempo: un día la dama le dice que tiene un pequeño problema de salud, y nuestro D. Luis, ni corto ni perezoso, le dice que él mismo la remedia. Así que se hace pasar por médico, estafando a la dama la nada desdeñable cantidad de 30.000 pesetas de la época.

Posteriormente recala en Madrid, donde decide dar un buen golpe, por lo que se agencia de un uniforme de capitán de la Guardia Civil (el que luce en la foto de la izquierda), y lo hizo tan bien que ni siquiera los miembros de la Benemérita pudieron notar el engaño. El caso es que nuestro amigo desgraciadamente acabó su vida en prisión: como todo lo de aquellos tiempos, de desdibuja en la bruma del misterio; a partir de ese momento no vuelve a ser noticia D. Luis; pero, ¿no es acaso el truco del diablo hacerte creer que no existe?.


Conclusión:

Permitidme de nuevo la libertad de dedicar este post a mi amigo/hermano el Dr. Juan Sanz Cortés, compañero de fatigas y que seguro que recordará con una sonrisa cuando dos bisoños médicos recién acabados, en el puesto de la Cruz Roja de Chiclana de la Frontera (adivinad quién era uno de ellos), desenmascararon a un "cardiólogo de la Residencia de La Paz en Madrid", que ni era cardiólogo ni trabajaba en La Paz. Espero hermano que se te esté dibujando la misma sonrisa que tengo yo ahora. Un abrazo muy grande.


Os dejo como siempre la bibliografía y hasta la próxima:

https://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=2199038&posicion=3&presentacion=pagina

https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=c1c7051b-b34d-4308-9a31-b4dac67004b1




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