A la Tierra vendrán...

 A la Tierra vendrán...



Seguro que si usted vive en España y tiene ya cierto bagaje temporal a sus espaldas recordará un famoso personaje que se hacía llamar Carlos Jesús, con una curiosa mezcolanza entre contactado, vidente religioso y sanador. Todo en uno, y que realmente durante mucho tiempo fue motivo de chanza por parte de todo el país: para aquéllos que no lo conozcan les dejo este vídeo donde pueden verlo en acción:


Pero lo que pocos saben es que nuestro gran Carlos Jesús comenzó su “apostolado” con un hecho que me permite buscar una conexión entre este curioso personaje y la conciencia. Y es que Carlos Cabello Rey sufrió una gran descarga eléctrica mientras que trabajaba en la SEAT: de hecho afirmaba que incluso había tenido una Experiencia Cercana a la Muerte. Pero realmente este curioso hecho tiene una base fisiopatológica (palabra que en medicina designa los mecanismos anómalos por los que se desarrolla una enfermedad) que es conocida y estudiada: y no es otra que las alteraciones de tipo mental que presentan las personas que han sufrido una descarga eléctrica ya sea por medios naturales o artificiales.

Desgraciadamente este tema me toca de cerca por temas profesionales: uno de los efectos de la electrocución es que recordemos que el cuerpo humano es un gran porcentaje agua, en la cual están disueltos muchos iones, que como sabemos responden de manera organizada ante el paso de la corriente eléctrica: es por eso que por ejemplo se produce la tetania (o contractura brutal involuntaria) de los músculos, siendo a veces tan intensa que llega a romper los huesos donde se insertan los músculos. Y es muy importante en este caso el papel del Calcio, en su forma iónica, el Ca+2. Y es importante por su papel en el impulso nervioso, ya que podemos decir que es el responsable del la conducción del impulso nervioso.


El Calcio disuelto en el citoplasma y en las terminaciones nerviosas de las neuronas sufre la exposición al campo electromagnético, organizándose según el sentido de la corriente: pero este hecho además tiene aplicaciones terapéuticas, porque sí, aún se usa la denominada terapia electroconvulsiva. Los famosos “electroshocks” se usan tanto en patología cardíaca (para restaurar el ritmo cardíaco normal ante fibrilaciones tanto auriculares como ventriculares) y en ciertos trastornos del sistema nervioso central, como son la depresión grave o la manía con síntomas psicóticos, estados de catatonia, el delirium maníaco o el síndrome neuroléptico maligno: en este cuadro pueden ver las indicaciones primarias, secundarias y poblaciones especiales donde se sugiere el uso de la terapia electro convulsiva:


Pero seguro que usted me preguntará qué tiene que ver esto con la conciencia: bueno, primero tenemos que dar un pequeño recuerdo de la teoría de la conciencia JohnJoe McFaden. Es un científico anglo-irlandés, profesor de genética molecular en la Universidad de Surrey, en Inglaterra. De manera muy resumida, lo que defiende es que la conciencia emergería de la generación de los campos electromagnéticos debidos a las actividades eléctricas propias de las neuronas. Es otro grupo de teorías de la conciencia que la asimilarían a un campo electromagnético. Y dependiendo de la intensidad de este campo se podrían desarrollar “conciencias” más o menos elaboradas. Este punto además apoyaría por ejemplo que todo aquello que tenga un campo electromagnético, en teoría, tendría cierto nivel de conciencia: la parte más extrema sería decir que una batidora eléctrica tiene “cierto grado de conciencia”. Como usted comprenderá, se hace un poco duro llegar a pensar este extremo. 



Lo que sí empieza a ser un poco extraño es que, tal como hemos visto, la exposición del Sistema Nervioso Central a una corriente eléctrica (y por lo tanto a un campo electromagnético) produce alteraciones que pueden ser tanto negativas (en forma de alteraciones de la personalidad) como positivas (tratamiento de ciertas alteraciones mentales); ¿sería esto entonces un punto a favor de la hipótesis de la conciencia como un campo electromagnético?. Si avanzamos en esta idea, ¿puede que el advenimiento de la electrificación de la sociedad de los humanos haya “interferido” de alguna manera con las figuras arquetípicas que hasta ahora eran tomadas por “hadas”, “duendes” y resto de seres mitológicos, haciendo que ahora estos se cambien por extraterrestres?. ¿Puede que en el fondo, y al final, el agente distorsionador del que habla el gran José Antonio Caravaca no provenga del fenómeno en sí, sino que sea un factor artificial que hemos creado nosotros mismos?. Al igual que el cambio climático es debido a la acción humana, puede que el cambio en la tipología de los fenómenos anómalos sea debido a la propia acción humana. Mientras tanto, el fenómeno permanece inalterable. Espero que les haga pensar esta propuesta y que me hagan saber sus opiniones. Hasta la próxima.




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