Cierra los ojos

 Cierra los ojos



Estoy seguro que muchas veces ha cerrado los ojos para concentrarse más intensamente, o por ejemplo, al rememorar algo. Este simple gesto nos permite rememorar ciertos aspectos de nuestra vida, o quizá mientras que está examinándose o en un momento importante recordar con claridad algún aspecto. De hecho hay una hermosa secuencia de Cyrano de Bergerac, la versión que realizó Gerard Depardieu, donde en un momento determinado, a través de la música, los soldados recuerdan el lugar de donde provienen, la Gascuña. Pero, ¿se han preguntado qué significado tiene este acto?


Pues todo viene por una curiosa característica que tiene la conciencia; y aquí viene la sorpresa: siento decepcionarles pero ese famoso dicho que dice que los hombres sólo podemos hacer una cosa a la vez y las mujeres más de una es eso, sólo un dicho: la conciencia hace que sólo podamos hacer las cosas de una en una de manera consciente. Entonces, se preguntará, ¿Qué tiene que ver este hecho con lo que hemos dicho al inicio de esta entrada?. Pues se va a sorprender, porque vamos a hablar de las distracciones, y sobre todo de la de los sentidos.

Estoy seguro que más de una vez cuando ha dejado de estar en un ambiente ruidoso ha exclamado ¡Qué alivio!. Y es porque realmente nuestros receptores sensoriales tiene una altísima sensibilidad, y eso hace que recojan múltiples datos del exterior: estos datos son tan apabullantes que si no los integráramos, es decir, si no extrajéramos la información que consideramos necesaria, tendríamos una verdadera sobrecarga sensorial. Por eso, los datos que recogen nuestros sentidos tienen varias paradas, en las que la información que de ellos provienen empieza a ser extraída y depurada.


Ahora les hablaré de otra película: la vi cuando era pequeño y me impresionó: se llamaba “La conversación”, y su argumento, de lo poco de recuerdo, trataba de una persona que se dedicaba a grabar conversaciones desde la distancia y que se obsesionaba con lo que decían las personas a las que grababa: algo parecido podemos decir que hacen muchos investigadores paranormales cuando en una grabación aplican filtros para poder sacar alguna inclusión significativa, para que me entiendan, “cierran los ojos” a otros ruidos. Y esto tiene su curiosa traslación.

Algunas hipótesis mantienen que el “ruido sensorial”, en cierta manera, es capaz de inhibir las capacidades tipo Psi que algunas personas tienen (otras hipótesis dicen que las tenemos todos); basados en este hecho se diseñó un protocolo del que seguro habrán oído hablar, el protocolo Ganzfeld, basado en un aislamiento sensorial y que supuestamente favorecería la aparición de las capacidades precognitivas de las personas que lo realizan, y además como se hace en condiciones controladas, podríamos decir que se producen en condiciones de laboratorio.



Abusando de los dichos en español, se podría decir que “los árboles no nos dejan ver el bosque”, y realmente es así: la pregunta que me viene a la cabeza es: ¿puede este ruido sensorial y su integración impedir la integración de otras señales que provengan de otros receptores sensoriales que no sean los típicos y que por lo tanto puedan ser las responsables de la integración de los fenómenos anómalos?, ¿es la integración lo anómalo, la señal o quizás las dos cosas?. Les dejo con este pensamiento y hasta la próxima


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