El test de Isihara
El test de Isihara
![]() |
John Dalton |
Si esto es así, si la integración de esa percepción anómala es como cualquier otro estímulo visual, por lo que podremos decir que puede que haya personas que sean ciegas, es decir, que no sean capaces de ver nunca ninguna de esas “visiones” (ya sea por problemas en los órganos sensoriales, en las vías de comunicación o en los centros de integración); también habrá personas que puedan ser miopes o hipermétropes, o astigmáticos, que necesiten algún apoyo externo (como gafas) para ver bien la imagen y no verla distorsionada. Podremos encontrarnos con personas que veían en su momento y por cualquier motivo se vuelven ciegas, etc. Así con todas las variaciones que se les ocurran de problemas de la visión, aplíquelo a todas las casuísticas que aparecen en el mundo de lo anómalo, como por ejemplo que dos personas vean un fenómeno de manera diferente incluso estando juntas, o que una lo vea y la otra no, etc.
Y se preguntará, ¿y lo del daltonismo?: bueno, pues ahora vamos allá, y creo que puede ser polémico: hay cierto grupo de personas que refieren que son capaces de “activar” a voluntad esa capacidad para ver (o si lo prefiere, integrar) estas señales. Y si hemos visto lo anterior, ¿alguien por ejemplo puede dejar a voluntad de ver el color verde?, ¿o alguien a voluntad puede dejar de ver un árbol determinado en el bosque?. En mi opinión creo que no, es decir, las personas que tienen esta capacidad están “condenadas” a ver siempre, de la misma manera que ciertas personas, volviendo al ejemplo de la vista, cuando el oftalmólogo les dilata la pupila, el sol directo les molesta, y la única manera que tiene de evitar el daño es usar gafas de sol.
Comentarios
Publicar un comentario