Una evolución consciente

 Una evolución consciente


Puede que uno de los avances más importantes en la historia de la biología sea la teoría de la evolución de las especies a través de la selección natural. No voy a ser pesado sobre este tema y su historia asociada a Darwin, ni tampoco a las críticas que últimamente se han realizado a la misma o el hecho de la aparición de cierto tipo de neolamarckismo asociado a la irrupción de la epigenética en todo el entramado evolutivo. Simplemente me quedo con el concepto básico de la teoría que dice que sólo el más apto sobrevive, en este caso al medio. Y es en este punto donde me quiero parar, porque puede que la clave de nuestra evolución (y ahora entenderán por qué) está justo en esta frase tan canónica. El significado de aptitud refiere a la capacidad que posee un organismo para desempeñarse eficaz y eficientemente, es decir competentemente, dentro de su medioambiente o entorno.


Y es aquí donde tenemos el meollo de la cuestión: creo que cualquier estudio de la conciencia tiene un problema de inicio: desconocemos lo que podríamos llamar historia natural de la conciencia: es decir, no tenemos claro cómo surgió la conciencia, en qué momento y qué regula su evolución si la ha tenido. El marco de la evolución darwinista es biológico, y habla de la adaptación de los seres vivos al medio ambiente; pero, ¿cuál es el medio “ambiente” en el que se desarrolla la conciencia?. Los seres vivos están sujetos a la “tiranía del cambio del medio”, tanto es así que el efecto que el hombre ha tenido sobre el medio está amenazando a muchas especies: y aquí es donde está la clave: los Homo sapiens han conseguido dar un golpe de mano a la evolución, de tal manera que ya no es el medio el que tiraniza al ser humano, sino al contrario. Y esto lo hace mediante la tecnología, lo que tenemos claro es que algo pasó hace tiempo que permitió a los seres humanos comenzar a moldear el medio. Y parece ser que sabemos exactamente dónde ocurrió.

Tenemos que irnos a un lugar en Africa, en Tanzania, para ser exactos a la garganta del Olduvai (u Oldupai): en este lugar situado al este de la llanura del Serengueti, dentro del Gran Valle del Rift, la erosión y los movimientos tectónicos dejaron al descubierto unos sedimentos que se podían datar entre 2 millones de años y 15.000 años. Lo que sabemos es que hace millones de años este lugar estaba ocupado por un gran lago. Hace 500.000 años la actividad tectónica modificó la red fluvial, que drenó el lago y comenzó al erosión de los sedimentos del mismo. Esto terminó dejando al descubierto varias capas de estratos, y dentro de éstas, una especialmente interesante, llamada CAPA 1.


Esta CAPA I es la más antigua y en ella se registran asentamientos de una industria lítica muy primitiva, desarrollada con lascas fabricadas con basalto y cuarzo. Al descubrirse este tipo de herramientas por primera vez en este lugar, dio lugar a lo que se conoce como Olduyavense por Mary Leaky. Los huesos de los homínidos primitivos encontrados son los del Paranthropus boisei y de los primeros Homo habilis. Su datación es de hace 1,8 millones de años.

Mary Leaky
Es justo en este lugar donde por primera vez el género Homo aprendió a modificar el medio (las piedras en este caso) en su provecho: para cortar ya no necesitaba tener uñas más afiladas, o caninos más desgarradores: ya tenía una herramienta que hacía esa función: podemos decir que el reloj de la evolución biológica empezó a ralentizarse en ese momento para el género Homo, y que de paso dio lugar a otros muchos cambios, que van desde el desarrollo de la segregación de tareas hasta el inicio de las creencias espirituales. Y aquí es donde yo quería llegar: el caso es que la evolución biológica del género homo se detuvo, ya no necesitaba responder al medio; sin embargo éste siguió evolucionando, pero ya no con respecto al medio (lo podría dominar), sino a un medio diferente, y aquí es donde entramos en la idea que les quiero presentar.

Puede que la evolución biológica tenga aparejada una evolución silente, en segundo plano por decirlo así; otra evolución que no está desarrollada con el medio externo, sino con el medio interno, con la percepción que cada individuo tiene de sí mismo y de lo que le rodea, y si leen de nuevo esta última frase, estamos hablando de la conciencia. Cuando ese primer componente biológico deja de ser preponderante, la evolución de la conciencia toma su lugar, y por lo tanto empieza a evolucionar: ¿y si los cambios que vemos en la anatomía de los cráneos de los diferentes Homo sean el resultado biológico de la evolución de la conciencia?. Puede que realmente sí tengamos una fecha de inicio de la conciencia, y una serie de “pistas” o “huellas” físicas, como es el cambio en el volumen craneal:



Así que puede que al final sí tengamos una “historia natural de la conciencia”, con una fecha y lugar de inicio, y una serie de pruebas que indican dónde puede encontrarse la misma: pero nos queda responder la gran pregunta: todavía no podemos contestar a la cuestión clave: ¿qué es y cómo se origina la conciencia?.




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