Somos polvo de...información

 Somos polvo de...información



He querido hacer un juego de palabras con la famosa frase tan conocida (y manida) sobre que somos polvo de estrellas, porque de manera curiosa, en los últimos tiempos esta idea ha cambiado de manera curiosa. Para poder entenderlo creo que lo mejor es que escuchemos a Brian Cox, un astrofísico divulgador que conocí hace tiempo y que me parece uno de los divulgadores que son capaces de explicar con palabras sencillas conceptos bastante complicados, lo que habla de su capacidad y su conocimiento sobre estos temas:



A parte de introducirnos la llamada “paradoja de la información de los agujeros negros”, creo que lo importante de este vídeo es que nos indica que la información en este universo se conserva, no se destruye, ya que así lo parecen indicar las leyes que hasta ahora lo rigen. Y este punto nos abre una interesante perspectiva, que entronca de lleno con la famosa teoría integrada de la información de Tononi, de la que tengo que admitir que me parece una de las más adecuadas, y que me voy a permitir ahora introducir con otro vídeo (no se preocupe, será corto), pero que me parece muy interesante:


Lo que estamos oyendo en este vídeo es básicamente que todo en el Universo es información, y que según esas leyes, como es un sistema cerrado y en ese sistema “universal” la información no se destruye, se mantiene constante, y eso es algo que en cierta forma apoya la visión de que lo que hace que el universo exista es la información que está en él incluida. Y a partir de este punto recuerde, que es sólo una opinión.

Bien, asumamos que la conciencia al estar presente en este Universo, sigue las leyes que rigen en el mismo, es decir, que en el fondo está compuesta de información: tenemos claro que esa información puede ir aumentando o disminuyendo como si fueran capas de una cebolla: se podrá hacer más o menos grande, pero sigue siendo conciencia: cada una de las capas puede dar más información a ese núcleo esencial que constituye la conciencia.

Pero si pelamos una de las capas de la cebolla, aunque no podamos decir que es una cebolla, sabemos que forma parte de una. Es decir, se conservan ciertas características, que podemos denominar información intrínseca, que nos sigue diciendo que esa capa aunque ya no está unida a la cebolla, sigue siendo la cebolla: si la picamos, la cocinamos, seguimos sabiendo que es una cebolla, aunque ya no tenga las características (información) que define la cebolla en su totalidad.

Ahora, imaginemos a la conciencia, si quiere piense en su conciencia, como en esa cebolla, que en su conjunto usted reconoce como cebolla, pero que está formada por muchas capas, que sigue siendo su conciencia, pero no en su totalidad, pero que a pesar de que se “trocee” o se separe en sus componentes, sigue siendo reconocida como su conciencia. Y si ahora desaparecemos, si nuestra conciencia deja de estar en forma de “cebolla” pero sabemos que la información no se destruye, puede que parte de esa información siga siendo accesible a ciertos sistemas que sean capaces de decodificar esos datos, que son capaces de reconocer en los mismos una conciencia, y al reconocerla son capaces de detectar y de recomponer la misma, de manera parecida a la que un cocinero al probar un plato es capaz de reconocer los ingredientes que lo forman. Ahora imagine que algunas personas, de la misma manera que son capaces de integrar información de datos de tipo sensorial (luz, sonido, etc), son capaces de reconocer e integrar la información de los datos de esa información residual de lo que alguna vez fue su conciencia.


Ahora lo que nos queda por definir es ¿cómo accedemos a esos datos que nos dan la información (aunque sea parcial) de la conciencia que ya no está?; ¿cómo son “las papilas gustativas que detectan el sabor de la cebolla, aunque ya no tenga la apariencia de cebolla”?. ¿Cómo podemos integrar esa información?, ¿es una integración anómala de la información recogida en los datos?, ¿es una recogida anómala de datos que da lugar a la información?. Como ven, una simple cebolla nos da mucho juego cuando hablamos de conciencia. Espero que les haya gustado y hasta la próxima.




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