Tocar de oído

 Tocar de oído


No sé si conocen lo que se denomina el “oído absoluto”. Por si no lo saben, es la capacidad de identificar o reproducir una nota musical específica al oírla sin necesitar la referencia de otras notas. Las personas con cierto entrenamiento musical son capaces de identificar tonos, acordes y escalas con facilidad. Aunque tiene una fuerte influencia genética, es una capacidad poco frecuente y lo curioso es que puede ser entrenada, sobre todo en los primeros años de vida, que es cuando nuestro cerebro es más plástico (la famosa neuroplasticidad).


Sin embargo, algunos estudios recientes apuntan a que este oído absoluto puede ser entrenado incluso en edad adulta. En dicho estudio se utilizó un antiepiléptico, el ácido valproico, que dio como resultado el que algunos participantes pudieran entrenar el reconocimiento de notas con resultados satisfactorios. También se ha relacionado con la lengua materna, para ser exactos con los idiomas llamados “tonales”, donde es más fácil que se desarrolle esta capacidad: idiomas tonales son el mandarín o el vietnamita, donde algunas palabras cambian  de significado dependiendo de la frecuencia o tono con que se pronuncian.


Otro hecho curioso de este oído absoluto es que con cierta frecuencia las personas que tienen esta capacidad presentan sinestesias; recuerden que esta capacidad consiste en la estimulación de un sentido cuando se reciben señales de otro tipo. Llegados a este punto, usted se preguntará algo que ya tendrá en mente si me conoce un poco: ¿qué tiene que ver esto con la conciencia, con la integración y con la integración anómala de la información?. Pues como siempre, y antes de seguir con la murga, recordemos que esto es sólo una opinión, en este caso la mía, así que a partir de este punto:


Bueno, en primer lugar estamos hablando de un sentido que se especializa tanto que empieza a ser extraordinario, fuera de lo normal, es decir, anómalo; por otra parte si se fijan, está asociado a la genética, pero está influenciado por otros factores, como es el idioma que se habla en su origen, y además se agudiza más de niños, pero se ha comprobado que ciertas sustancias, como el ácido valproico, son capaces de mejorar su entrenamiento en adultos. Si no lo saben, el ácido valproico es un depresor (suprime la excitación) del sistema nervioso central; para terminar, sabemos que esta capacidad se asocia a la sinestesia, que es otra capacidad que también raya en lo extraordinario y que hace que se integren señales (datos) proveniente de un órgano de los sentidos con las vías de integración de otro.

Pues ahora, les voy a pedir un ejercicio de imaginación: piensen por ejemplo en una capacidad Psi, digamos la precognición: es una habilidad que parece ser que tiene cierto componente genético: que se puede entrenar cuando somos pequeños fácilmente, pero que nos dicen que si usamos ciertos medicamentos que nos provoquen un estado alterado de la conciencia (o una depresión del sistema nervioso central, recordemos lo que hace el LSD), podemos de adultos llegar a entrenarla y usarla. Normalmente esta capacidad Psi se acompaña de otras capacidades Psi, como la visión remota y además las personas que tienen este tipo de capacidad refieren que “ven” algo que va a suceder, es decir, están integrando una información con un sentido diferente a los datos que han recibido: por lo tanto, ¿podríamos sospechar que una capacidad como el oído absoluto sería asimilable a los fenómenos Psi?, ¿seguirían ambos fenómenos las mismas “reglas” biológicas o fisiológicas?. Les dejo la pregunta y espero sus comentarios. Gracias si han llegado hasta aquí y hasta la próxima.








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