Un sueño canino

 Un sueño canino


Una de las derivadas que tienen ciertas hipótesis funcionalistas de la conciencia, como la Orch-Or de Penrose y Hameroff, por ejemplo, es que gradúan la conciencia y por lo tanto no la hacen “exclusiva” de la especie humana. Para este conjunto de hipótesis, el simple hecho de que ciertas células asimilables a neuronas aparezcan en un ser vivo (sea el que sea) les dota de cierto grado de conciencia (recordemos, la capacidad de reconocerse a uno mismo). Este hecho nos trae a colación un eterno debate: ¿son los animales seres conscientes?, ¿hay más seres así?

Pues si me lo permiten le voy a contar una historia que quizás le sorprenda, porque aunque esta entrada parece que va a ser otro tostón sobre la conciencia, no va a ser así. Vamos a hablar de una posible conexión entre un animal y una persona, pero curiosamente englobando uno de los fenómenos curiosos de las apariciones: las llamadas “apariciones de crisis”, que no sé si recuerdan que son aquéllas en las que alguien se aparece a otra persona en un momento de gran riesgo vital o incluso poco después de morir, pero en este caso algo especial

Vamos a presentar a nuestro protagonista: Henry Rider Haggard, fue un escritor inglés victoriano de novelas de aventuras, que inició el género llamado “Mundo Perdido”. Entre otros es el creador de personajes como Allan Quatermain, en el famoso libro Las minas del rey Salomón, y también es el creador de Ayesha, que fue incluso citada por Freud y Jung como el arquetipo de mujer, por lo que estamos ante un verdadero innovador en muchos aspectos. Pero el caso es que nuestro protagonista está aquí por un sueño extraño.

Nuestro protagonista tuvo en un momento determinado un extraño sueño. En él soñó con un perro de raza retriever, negro, que pertenecía a su hija mayor se le aparecía y le intentaba comunicarse con él y decirle que estaba muriendo. A la mañana siguiente comentó el caso con su esposa, que le comentó que sólo se trataba de un mal sueño. El caso es que con posterioridad, supo que el perro había desaparecido y apareció muerto unos pocos días después, recordando el sueño que había tenido. De hecho, llegó a comprobar que el animal había muerto cuando precisamente él estaba soñando con él.

Estamos acostumbrados a relatos donde alguien que acaba de fallecer muy alejado de sus seres queridos se les aparece a ellos para decirles que está bien: pero en este caso, es un animal el que se aparece para comentar que está muerto o se está muriendo: ¿sería una prueba en este caso que los animales tienen también cierto grado de conciencia y que ésta también trasciende ante la muerte biológica?. Les dejo esta pregunta y espero que les haya dejado este relato con una pregunta en su mente. Gracias y hasta la próxima.


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