Una realidad alternativa

 Una realidad alternativa


El señor de la foto que encabeza este pequeño artículo es Bernardo Kastrup. Y seguro que usted (a no ser que sea de los muy cafeteros o muy interesado en la conciencia) no sabrá quién es. Bueno, pues a lo largo de este artículo voy a usar la hipótesis de la conciencia que defiende este autor, y aunque no lo crean nos va a llevar a una especulación de la posible falta de contacto con civilizaciones extraterrestres. Pero si me lo permiten, previamente voy a hacer una pequeña introducción por si no conoce los grandes grupos de hipótesis sobre la conciencia.


En primer lugar, hay que aclarar que no sabemos qué es ni cómo se origina la conciencia. Como lo oyen, NO SABEMOS DE DÓNDE NOS VIENE LA CONCIENCIA, y para ello se barajan cuatro grandes grupos de hipótesis: se las cuento muy brevemente. Por ahora hay 4 grandes grupos de teorías de la conciencia: la que dice que la conciencia es una ilusión, que realmente no existe y que clásicamente se denominan teorías ilusionistas. Otro de los grandes grupos de teorías de la conciencia son las denominadas epifenoménicas o materialistas: estas teorías defienden que la conciencia nace de las estructuras o las funciones cerebrales, y que cuando éstas cesan, la conciencia desaparece. El tercer gran grupo son las teorías dualistas: en éstas, la conciencia se asienta en las estructuras biológicas, pero es capaz de “desligarse” cuando uno muere: por decirlo de manera gráfica, se dice que en estas teorías “el fantasma vive en la máquina”. Y por último tenemos la hipótesis idealista, quizás la más radical: en ella nos dice que no existe nada salvo la conciencia: la realidad es un producto de la misma, y precisamente es esta teoría la que defiende el señor de la foto que encabeza este artículo. 


Una de las derivadas de esta curiosa y sorprendente hipótesis es que la realidad es un “constructo” de la conciencia, y para ello pone una metáfora visual que me gustaría usar para que al final lleguemos a una conclusión sorprendente y que nos va llevar a otra posible causa que explique por qué aún no hemos encontrado una civilización inteligente tal como indica la paradoja de Fermi. Aunque antes, como siempre, recordemos que a partir de aquí…


Primero Kastrup afirma que nuestra conciencia funciona de la misma manera que el cuadro de mandos de un coche: es decir, si recuerdan un tablero de mandos, éste tiene una serie de datos que nos presenta: la velocidad que vamos, las revoluciones del motor, la temperatura de éste y el combustible: luego hay otros pilotos o avisos sobre lo que ocurre: es una especie de resumen de todos los datos que maneja el coche, tanto del motor como del exterior; pero es más, a medida que el coche es más complejo, el cuadro de mando o tablero de control va haciéndose más complicado: de hecho, no tiene nada que ver el tablero de control de un coche, con el de un avión y el de un avión con el de un barco: y esto ocurre porque cada uno va por una vía diferente de comunicación (aire, tierra o mar), aunque todas las vías estén en la misma realidad:


Lo que hace este tablero de mandos es mostrarnos una percepción de la realidad determinada; pero tenemos algo meridiano: el tablero de mandos de un barco no podría ser usado en un avión, ni el de un avión en un coche: cada uno está diseñado para dar una información integrada específica de cada realidad apropiada para cada medio en el que se desenvuelve: si ahora pasamos esta idea a la conciencia, podemos pensar que cada conciencia presenta su propio “tablero de mandos” de la realidad a la que se aplica, y por lo tanto, puede que en esa realidad no tengan cabida ciertas características, por inútiles, por ejemplo, no tendría sentido un sensor de presión en neumáticos en un barco, o un medidor de profundidad en un coche como los que se encuentran en los barcos.


Ahora viene la parte más especulativa (si se puede decir así) sobre el tema de las civilizaciones extraterrestres y su supuesta falta de contacto: si la hipótesis idealista de la conciencia es correcta, ¿y si los extraterrestres, su conciencia, no tiene o no es capaz de detectar la nuestra?, ¿y si lo que existieran no fueran multiuniversos sino el mismo universo pero “integrado” por cada conciencia dando la imagen de ser sólo ése el único posible?. Quizás el problema de la comunicación con otras civilizaciones extraterrestres no esté en el universo en sí, sino dentro de nosotros mismos en forma de limitación de la conciencia. Bueno, espero que les haya gustado esta pequeña especulación y espero fervientemente que no sea correcta. Un saludo a todos y hasta la próxima.




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