El sentido de la vida es...-55

 El sentido de la vida es...-55



Hay una maravillosa novela luego llevada al cine llamada “Guía del Autoestopista Galáctico”; de esa película hay una parte donde una civilización terriblemente avanzada construye un gran ordenador con una inteligencia artificial a la que hace cualquier pregunta. Y la pregunta que le hacen es: ¿cuál es el sentido de la vida?; al cabo de miles de años pensando, este superordenador tiene por fin la respuesta, por lo que todos se reúnen a escuchar la palabra de esta supermáquina. Y la respuesta que les da es la siguiente: el sentido de la vida es…42.

A parte del resto de aventuras de esta novela (como el maravilloso motor de improbabilidad), me gustaría quedarme con esta parte precisamente; y lo hago porque quizás el sentido de la vida (y también de la conciencia) no sea 42, tal como decía Douglas Adams en su novela, sino…-55, y si me permiten les voy a intentar explicar por qué.


Se preguntará, ¿por qué este número?: pues voy a intentar explicarlo para que entienda el razonamiento. Lo primero que deben saber es lo que se denomina el potencial de membrana. Seguro que han oído alguna vez lo de que somos un 70% (más o menos) de agua. Y es cierto, pero en ese agua existen disueltas una serie de sustancias, que son los famosos iones, que recordemos que pueden ser cationes (si son iones con carga positiva) o aniones (si son iones de carga negativa). Algo que también debemos saber es que existen células y que éstas están a su vez en un medio húmedo: pero las células a su vez también están compuestas de agua y en ese agua que podemos denominar intracelular, también existe una dilución de iones, pero con una concentración diferente a lo que tenemos en el agua que rodea la célula, que se llama medio extracelular. 


Estos medios intra y extracelular están separados por la membrana celular: seguro que recuerda que es una doble capa fosfolipídica (por cierto, la parte lipídica es el famoso colesterol); esta membrana es semipermeable, ¿y qué quiere decir esto?, pues que esta membrana ante diferencias de concentración, para que las concentraciones a ambos lados de la membrana se igualen, deja pasar sólo el líquido, y no otras sustancias. Como la concentración de estos iones es diferente entre estas dos soluciones, esto da lugar a una diferencia de potencial, y, ¿a qué no adivinan cuánto vale esa diferencia?...pues -55 mV. Pero esto además tiene una segunda parte que es más interesante aún, y es lo que se denomina “potencial de acción”. Y aquí la cosa se pone aún más interesante.


Sabemos que los axones de las neuronas (la parte más alargada de la imagen anterior) son capaces de transmitir el impulso eléctrico, pero ¿cómo lo hacen?, pues con el potencial de acción, que es una de las maravillas de la biología y que espero que hayan visto al ver la imagen anterior: la membrana tiene una serie de “canales” que son los que permiten que además del agua, entren o salgan de la célula los iones disueltos en ella, y al cambiar la diferencia de potencial de a uno y otro lado de la membrana; eso altera el famoso -55, de tal manera que cambia la geometría de esos canales, dejando entrar o salir como hemos dicho los iones: estos cambios se producen a lo largo de toda la membrana, y dan por resultado el llamado potencial de acción. 


Así que ya saben, el secreto de la vida, de la percepción, de lo que es el transporte de la información hacia y desde el sistema nervioso central, de lo que imaginan, de lo que sienten, del odio, del amor, de la ira o de la felicidad incluso es…-55. Espero que les haya gustado y hasta la próxima.




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