Por una cabeza (no, no es el tango)

 

Buenos días:

No, no es un tango maravilloso del que vamos a hablar hoy: sin embargo sí que podemos hablar de cómo ha ido cambiando la actitud de los pueblos y lugares con algún atisbo de misterio a lo largo del tiempo. Este tema ya lo toqué en otra de las entradas del Blog hace algún tiempo, para ser exactos en ésta: https://certaratio.blogspot.com/2021/03/nada-nuevo-bajo-el-sol.html, pero en este caso vamos a analizar y contar un caso diferente.

Creo que no hay nadie como los ingleses para sacar partido de sus fantasmas (o fantasmadas, según se mire): desde vendernos a Nessie como un criptoanimal (pero hay algunos más, en breve los veremos) o sus innumerables castillos encantados.

Poco a poco el interés por lo extraño ha ido creciendo entre todo el mundo, de tal manera que lo que antes causaba rechazo y temor ahora se ha transformado en una industria creciente aunque no siempre exitosa. En breve, en la ciudad donde nací, cerrará "La casa del Terror y lo Fantástico", en Cádiz, proyecto que se ha truncado del gran José Manuel Serrano Cueto. Pero no vamos a hablar de este tema, porque creo que es harto complicado y debería ser él mismo el que lo comentara. Nosotros como siempre, vamos a cantar un tango pero en pleno imperio romano. Así que si quieres saber más, acompáñame en esta historia curiosa.

Riva del Garda:

Nos trasladamos al Norte de Italia, a esta pequeña localidad de la provincia de Trento. Con una historia que se remonta a la época romana, donde existía un pequeño asentamiento llamado Ripa y que a lo largo del tiempo ha sido ocupada por fanceses, milaneses, veroneses, etc.

A orillas del lago Garda, es aquí donde comienza la historia que podríamos denominar "La guerra del fantasma sin cabeza". 

Nos trasladamos al 27 de noviembre de 1955, donde en el periódico Diario de Zamora, nos encontramos el siguiente titular:

Como vemos la cosa promete, así que vamos allá: básicamente nos dicen que en la ciudad de Riva, a principios del año 1953 fue encontrado un sarcófago romano, donde se encontraba el cuerpo sin cabeza de un ciudadano romano (recordemos que la decapitación se reservaba sólo para los ciudadanos romanos). Tanto es así que llamaron al director del museo de Riva que es el que certificó que se trataba de un sarcófago romano.

En la foto veis lo que queda del sarcófago que se encuentra en el museo de la ciudad, al que se puede hacer una visita virtual si no tenéis la suerte de poder ir personalmente. Pero bueno, todo hubiera quedado ahí si no fuera porque a pesar de que habían cerrado el famoso sarcófago, éste aparece abierto a pesar de que el mismo director fue el último en irse y lo vio cerrado.

Nuestro director cambió la cerradura del museo. Pero al día siguiente cuando estaba el museo en penumbra, un fuerte resplandor iluminó toda la sala, para luego apagarse: este hecho ocurrió varias veces, sin que nadie estuviera manipulando el cuadro de luces.

Cuando regresó por la mañana encontraron desperdigados por el suelo varios restos, así como notaron la desaparición de una lámpara votiva que se encontró a los pies del esqueleto descabezado. Una semana más tarde encontraron cenizas en un altar consagrado a Júpiter que existía en el museo, pero sin restos de haber sido quemado nada.

Un mes más tarde, notaron un increíble olor a incienso, y se observó que de nuevo los ladrillos que cubrían el sarcófago estaban fuera de su sitio, y no sólo eso: una daga estaba clavada sobre la tapa de madera que recubría el sarcófago y todas las vitrinas del museo estaban abiertas de par en par. Viendo el cariz del asunto, el director decidió llamar a varios miembro de una academia de Ciencias Ocultas, que llegaron a la siguiente conclusión: el romano decapitado no descansaría hasta que recobrara su cabeza, pero desgraciadamente ésta no aparecía.

La cabeza del romano:

Pero para terminar de liar el tema, unas semanas más tarde, en una localidad vecina llamada Malcesina, se halló una calavera. En principio nadie la relacionó con nuestro amigo, pero fue llevarla al museo de Malcesina, cuando los mismos episodios extraños que se dieron en el museo de Riva comenzaron a suceder en el de Malcesina.


La "Tragedia Capitis Romanae" estaba servida: en la ciudad de Malcesina montaron su propia "ruta de la cabeza romana". Pero en la vecina ciudad de Riva, donde descansaba el resto del cuerpo, vieron también la "oportunidad de negocio" y enviaron una carta con el siguiente texto: "Gracias por haber encontrado la cabeza de nuestro fantasma. ¿Cuándo nos la envían?".

A su vez, los Malcesinos enviaron otra carta a Riva donde le decían: "Gracias por haber guardado durante dos años el cadáver de nuestro fantasma, ¿Tendrían la amabilidad de remitírnoslo?". Y así comenzó lo que se denominó "una declaración de guerra". Los vecinos de Riva capitaneados por el director del museo llegaron a la conclusión de que el romano había sido decapitado en Riva, pero que su cabeza había sido arrojada al lago, y que las corrientes llevaron la cabeza a Malcena.

Los habitantes de Malcesina, mientras tanto, adujeron que no era así, y que realmente las corrientes iban de Malcesuba a Riva, es decir, en sentido contrario. Al final, los habitantes de Riva decidieron tomar "al asalto" el museo de Malcesina para recuperar la cabeza, pero los habitantes de Malcesina que se enteraron, protegieron su museo con grandes barrotes de hierro en las ventanas.

Conclusión:

Desgraciadamente no sé cómo acabó la historia, si el fantasma pudo conseguir su cabeza y descansar en paz: lo curioso de este asunto es que si antes se abandonaban los pueblos y casas porque estaban "encantadas", parece ser que desde hace algún tiempo es lo contrario. No hay mejor negocio que el misterio, y un buen fantasma es el mejor reclamo.

Como siempre, espero que os hayáis pasado un buen rato. Paz, no violencia y mañana más y espero que mejor. Os dejo la bibliografía por si queréis leer el artículo completo:


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