Las cosas como son

 Las cosas como son

Hola a todos:


Puede que uno de los problemas más extraños, y a la vez más desafiantes, de la ciencia moderna sea lo que se denomina “el problema duro de la conciencia”. Estoy seguro que si me siguen ya habrán comprendido que lo mío es un “problema de conciencia” y que a veces he comentado este mismo problema, pero a raíz de un curioso vídeo que he visto en la red social X, me ha llevado a pensar un poco en este problema y sobre todo en el problema de la percepción. Pero para empezar vamos a comentar lo que es el famoso problema duro o difícil de la conciencia. 




El famoso “problema duro o difícil de la conciencia” nace de la idea de David John Chalmers, filósofo australiano que llegó estudiando la conciencia a algo que no podía explicar, y era por qué la manera en la que cierto fenómeno nos afecta depende de nuestra subjetividad con respecto al mismo. Podemos poner un ejemplo sencillo que seguro que todos comprenden si vemos qué ocurre cuando dos equipos de gran rivalidad se enfrentan y ocurre un hecho relevante en el enfrentamiento: para un grupo de aficionados será clara y consecuente la decisión tomada, para otro será un “verdadero robo” y para otro gran grupo de “indiferentes” ni lo uno, ni lo otro: será un lance sin trascendencia para ellos.


Sigue siendo un problema irresoluble por ahora, pero curiosamente hace poco tal como comentaba al inicio de esta entrada, me encontré con un curioso vídeo que realmente no iba sobre la conciencia, sino de estadística, y si me lo permiten, se lo voy a enseñar antes de seguir con la argumentación.




Lo que están viendo son una serie de puntos que dibujan diferentes imágenes, pero que curiosamente tienen en común varios parámetros: la media de la coordenada X, la media de la coordenada Y, la desviación estándar de X, la desviación estándar de Y y el coeficiente de correlación entre ambas variables. Y estoy seguro que usted con muy buen criterio se estará preguntando: ¿qué tiene que ver esto con lo de la conciencia y su problema?. Pues aquí quería llegar yo: y es la “sacrosanta” percepción.

Pensamos que la realidad que vivimos es una realidad única, pero los hechos nos demuestran lo contrario: y es cierto, ya que lo que percibimos no es la realidad en sí, si no como se muestra en la imagen anterior, una manera que tenemos de “interpretar” lo que nos rodea y que depende de muchos factores, tanto físicos, como biológicos e incluso psicológicos. Un hermoso paisaje puede llevarnos a la emoción, siempre y cuando podamos integrarlo en nuestro centro visual; pero ¿qué ocurre realmente en el proceso de percepción?. Pues creo que a partir de ahora entramos en lo que podríamos denominar “el área hipotética” porque les aviso que a partir de ahora lo que van a leer es sólo mi opinión. Tienen por tanto dos opciones, o siguen leyendo o dejan de hacerlo…como en cierta película muy famosa.

En mi opinión, lo que realmente hace el proceso de la percepción es integrar información que es recogida por los “sensores” de los diferentes sentidos: ya sean los ojos para la visión, los corpúsculos de Pacini para el dolor y la presión, las células olfatorias de la lámina cribosa del etmoides, etc. Es decir, nuestras áreas corticales realizan una función de integración de la información. 

Y es precisamente en estos lugares donde se produce el “milagro” de la percepción, ya que integramos la información que como hemos dicho llega a ellos desde los sentidos: de una manera análoga a la teoría de la información integrada, nuestra conciencia sería la encargada de “integrar” esta gran cantidad de información, descartando la que a “su criterio” no fuera importante y quedándose con la que realmente lo es: el misterio ahora emana de saber qué es y cómo decide esta conciencia informativa lo que es relevante, o para decirlo de otra manera, qué parte del mensaje que es transmitido por las vías sensitivas tiene información relevante y qué es ruido, dejándolo por lo tanto como “no relevante” y prescindible:

Y es ahora cuando volvemos al vídeo que les comentaba al inicio. Como les decía era un vídeo donde varios puntos formaban figuras diferentes a pesar de que tenían ciertos valores comunes (media, mediana y coeficiente de correlación); es decir, diferentes imágenes se pueden “resumir” de la misma manera; y este punto me lleva a plantearme, ¿puede que ocurra lo contrario?, ¿puede que ciertos fenómenos sean capaces de ser integrados de manera diferente según nuestra conciencia decida qué parte de esa información es esencial y cuál es “ruido”?. En todo lo paranormal (y anómalo) aparece a menudo esta dualidad: puede que dos testigos que observan un fenómeno lo “perciban” de manera diferente: usando nuestro ejemplo, la misma media, desviación estándar y coeficiente de correlación de varios puntos “dibuja” diferentes imágenes en un testigo u otro.



¿Y el problema duro de la conciencia?: en mi opinión, precisamente esta capacidad de integración diferente de cada fenómeno a pesar de tener las mismas características sería el responsable precisamente de esa subjetividad de la percepción. Pero como siempre, estas ideas terminan creando aún más preguntas, porque en este caso, ¿qué decide el “dibujo de puntos” del fenómeno?, ¿depende de nuestra formación, de nuestra memoria, de nuestras vivencias o de nuestra ausencia de ellas?. Como ven sigue siendo un campo fascinante y que desgraciadamente no es tal llamativo al menos en nuestro medio. Espero que les guste y hasta la próxima ocasión.


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